De entre las cuestiones que suelen causar discrepancias entre vecinos, una de las más habituales es la relacionada con las mascotas. Y es que suelen provocar desavenencias vecinales por las molestias causadas, en la mayoría de los casos por ruidos o por excrementos del animal en las zonas comunes.
Así pues, sobre todo en comunidades donde existen problemas de convivencia e incivismo entre los vecinos, las mascotas pueden suponer un enfrentamiento añadido.
Los Ayuntamientos suelen tener normativas que regulan la tenencia de animales. Y, ante la omisión o incumplimiento por parte de los propietarios, la normativa municipal puede contemplar ciertas actuaciones por parte de la Comunidad. Especialmente en casos que presentan problemas de salubridad, o conductas que sean peligrosas o molestas. Incluso existe la posibilidad de privar de la tenencia de animales si se establece previamente en los Estatutos.
Para los dueños de mascotas, existen ciertos consejos que nos permitirán minimizar las confrontaciones con los vecinos más puristas: