Las comunidades de vecinos son espacios propensos a sufrir plagas debido a la cantidad de personas, la convivencia cercana y las condiciones que facilitan la proliferación de ciertos insectos y animales. Identificar las plagas más comunes es fundamental para evitar problemas de salud e higiene en estos espacios compartidos. Hoy, desde Gestin, os hablamos de ello.
¿Cuáles son las plagas más habituales en una comunidad de vecinos?
Uno de los principales problemas son las cucarachas, especialmente en zonas como sótanos, cocinas y garajes. Estos insectos buscan lugares cálidos y húmedos, y son capaces de transmitir enfermedades al contaminar los alimentos y las superficies.
Otra plaga frecuente en comunidades son los roedores. Ratas y ratones suelen acceder a través de pequeñas rendijas o tuberías en busca de comida y refugio. Además de ser portadores de enfermedades, los roedores pueden causar daños estructurales al roer cables y tuberías.
Las hormigas son otra plaga habitual, especialmente en meses cálidos. Aunque no suelen ser peligrosas, su presencia en cocinas o despensas es molesta y difícil de erradicar si no se ataca a la colonia.
En zonas comunes como jardines, pueden aparecer mosquitos y garrapatas, lo que incrementa el riesgo de picaduras y enfermedades.
Para evitar estas plagas, es fundamental que todos los vecinos mantengan las zonas comunes limpias y eviten la acumulación de basura. Además, es recomendable contar con el servicio de una empresa de control de plagas que realice inspecciones y tratamientos preventivos de forma regular, asegurando un entorno saludable y libre de problemas.