Aunque en los últimos años se ha ido reduciendo la deuda de las comunidades de vecinos, la cifra global a nivel nacional se mantiene en torno a los 1.600 millones de euros. No obstante, las comunidades tienen herramientas para conseguir esos ingresos extra cuando el problema de la morosidad de ciertos vecinos acucia.
Recursos de la comunidad para conseguir ingresos extra
- Alquiler de los bajos del edificio: Se trata de alquilar el local o locales a pie de calle que muchas comunidades poseen. Si no están alquilados, es hora de moverse y encontrar a algún comerciante del barrio que esté interesado en arrendar el espacio.
- Arrendamiento de zonas comunes: No todas las comunidades tienen el privilegio de contar con la disponibilidad de locales en la planta baja. En esos casos, se puede recurrir a otras zonas como la cubierta, la sala de reuniones, la vivienda del portero, etcétera. Siempre que no tengan un uso específico recogido en los Estatutos, y que no estén prestando servicios, pueden ser la solución. Arrendar la azotea para instalar antenas de telefonía o carteles publicitarios, la portería como local o vivienda, o incluso el jardín para la instalación de un minigolf (sí, hay sentencias que avalan hasta este último recurso).
- Emprender acciones sancionatorias y/o legales contra los morosos: Si la vía amistosa fracasa, se deben plantear iniciativas para castigar a los vecinos que no pagan sus cuotas. Establecer intereses superiores al interés legal del dinero en el tiempo que un propietario no pague sus deudas o privarle del uso de las instalaciones son algunas de las alternativas. De no resultar, la vía legal es la única alternativa.