La instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos en comunidades de vecinos es una tendencia en aumento, impulsada por la creciente adopción de coches eléctricos y las normativas que promueven la movilidad sostenible. Sin embargo, este proceso puede generar dudas y desafíos que es importante conocer. Hoy, desde Gestin, os hablamos de ello.
Instalar puntos de recarga eléctrica en una comunidad de vecinos: Lo que debes saber
El primer paso para instalar un punto de recarga es plantearlo en una reunión de la comunidad. Según la Ley de Propiedad Horizontal, sólo es necesario notificar la intención de instalación al administrador o presidente; no se requiere una votación, aunque es aconsejable contar con el apoyo de los vecinos para evitar conflictos.
Existen varias opciones para la instalación: puntos de recarga individuales conectados al contador del propietario o sistemas compartidos que distribuyen los costes entre varios usuarios. Es fundamental contratar a un instalador autorizado que garantice el cumplimiento de la normativa vigente y la seguridad de la instalación.
Los costes pueden variar en función de la infraestructura del garaje y las necesidades específicas de la comunidad, pero existen ayudas y subvenciones, como las del Plan MOVES, que pueden reducir significativamente el desembolso inicial.
Además de beneficiar a los propietarios de vehículos eléctricos, la instalación de puntos de recarga aumenta el valor del inmueble y fomenta un entorno más ecológico y sostenible. Es una inversión de futuro que, sin duda, aporta ventajas a toda la comunidad.
Instalar puntos de recarga eléctrica no solo es una mejora necesaria para los conductores de coches eléctricos, sino también un paso hacia una comunidad más moderna y responsable con el medio ambiente.