Las comunidades de vecinos deben valorar de manera suficientemente importante la contratación de un buen socorrista profesional. A pesar de ello, el presupuesto del mantenimiento de la piscina no siempre lo hace.
Considerar únicamente el precio tiene, en algunas ocasiones, consecuencias no deseadas, y es que las tragedias o episodios desagradables relacionados con la seguridad de los bañistas en las piscinas comunitarias suelen darse por una concatenación de errores.
Factores a tener en cuenta a la hora de contratar un socorrista
La edad media de los socorristas suele situarse entre los 18 y 24 años, pero ya desde los 16 y con autorización de los padres se puede ejercer como tal, una vez obtenida la titulación.
Es un trabajo muy temporal, algo que se suele hacer de paso mientras se estudia o se espera a que aparezca otro trabajo más vocacional. Además, sólo dura la temporada de verano, ya que pocos socorristas tienen la fortuna de poder seguir desempeñando su función en invierno.
Lo anterior nos deja un perfil de socorrista muy joven y sin apenas experiencia, tanto laboral como vital.
A esto hay que sumarle otras circunstancias añadidas como el hecho de trabajar en un lugar donde los demás disfrutan, largas jornadas al sol que desgastan físicamente y la sensación de que no hay descanso o vacaciones para ellos. Por todo esto es complicado saber si un socorrista va a funcionar bien hasta ya comenzada la temporada, haciendo imprescindible hacer una buena elección con la contratación.
Responsabilidad de los bañistas
Por último, conviene no sólo insistir en la necesidad de contratar un socorrista profesional, sino también recordar que, para que el trabajo que ellos realizan sea eficiente, no depende exclusivamente de su labor; también hace falta que bañistas, presidentes de la comunidad, vecinos y administradores nos concienciemos, ayudando con sentido común y responsabilidad.